Morrissey, el hombre sin mordaza

Más allá de su sólida carrera musical, Morrissey siempre ha dado mucho que hablar, aunque suene de perogrullo, por lo que sale de su boca, y no precisamente con sus canciones sobre el escenario, sino que en diferentes entrevistas, donde se ha destacado por entregar opiniones que, en muchas ocasiones, van a contracorriente de lo políticamente correcto.

Para muestra, los botones alcanzarían para adornar las chaquetas de un ejercito completo, pero la más reciente de sus visiones polémicas la dejó caer ayer, en una entrevista con "Culto", de La Tercera, donde menoscabó al actual movimiento que lleva las banderas del feminismo en el planeta.

En palabras del intérprete de éxitos como "Everyday Is Like Sunday", quien contestó por mail al citado medio, "el objetivo original del feminismo era avanzar hacia a un plano intelectual superior, pero ahora sólo parece querer ocupar posiciones masculinas y recibir agresión masculina. No ayuda a nuestras sociedades y, más bien al contrario, hace que el masculinismo tome represalias".

Como era de esperarse, las redes sociales ardieron con su punto de vista, algo que calentará aún más su próxima venida a Chile, tierra de la que ha estado ausente hace ya tres años, y a la que regresará a fin de este calendario, para brindar dos esperados shows.

Por muchas ronchas que puedan sacar sus declaraciones, para el artista británico es simplemente "un pelo de la cola", ya que su trayectoria registra un montón de estos episodios, los que le han valido duros encasillamientos, además de un sinnúmero de mitos en torno a su figura, los que se han caricaturizado por sus detracatores para dejarlo ridiculizarlo, sobre todo relacionados con su odio a las vestimentas de cuero y piel natural, o al consumo de carne en sus conciertos.

Rey de los conflictos

Desde la monarquía británica, su blanco favorito, hasta ataques cargados de xenofobia, Morrissey tiene artillería para cuando le pidan, y cada tanto regala una perlita a sus fans que, a la vez, alimenta a sus "haters".

Y aunque se crea que son cosas que no van necesariamente relacionadas, hay muchos amantes de la carrera del artista que, decepcionados por sus declaraciones, han optado por darle la espalda, como le pasó hace poco en Manchester, donde un grupo de ex fans le declaró la guerra tras algunos dichos racistas de Morrissey, desafío ante el que prefirió el silencio.

De un talento inusitado, con una gloriosa trayectoria en solitario y a la cabeza de "The Smiths", el británico podría cosechar sólo amor y admiración mundial, pero su camino siempre ha sido otro, el de conquistar no con la frase correcta, sino que con aquella que encaje con lo que él quiere comunicar. ¿Amarlo u odiarlo? He ahí el dilema que el propio Morrissey plantea.

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